
Recuerdo que siempre me organizaba mi día libre con mucho cariño y trataba de tener algo que me motivara a lo largo de la semana de estudio.
El buscarnos una motivación es un aliciente muy bueno que puede ayudarnos a que la semana sea más llevadera.
Si estás en un periodo duro de estudio con un examen cerca y no puedes hacer un plan de “día entero” puedes ponerte “mini cositas”:
- Elegir una película y que la noche del sábado consista en unas buenas palomitas con esa película que te gusta.
- Buscar una sesión de estiramientos que te guste y el final del día dedicarlo un poco a ti.
- Irte el sábado a cenar a un restaurante que te apetezca probar, o también puedes pedir que te lleven la comida a casa.
Parece una tontería, pero el tener algo fuera del estudio que te despierte ilusión cada semana, hace que estudies más content@ y eso se refleja en vuestro rendimiento.
¿Te pones premios o recompensas a tu jornada de estudio?